Historia del casco de bicicleta
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Y tu qué opinas? Déjanos tus comentarios abajo. ¿Crees que es seguro para esa persona andar en bicicleta? ¿Por qué sí o por qué no?

En la fotografía se ve a Leon Georget, un ciclista que ganó muchas carreras a comienzos del siglo XX. Su bicicleta no es muy distinta de las bicicletas de hoy. Pero a Georget le falta una parte importante del equipo de seguridad: ¡el casco!

A fines del siglo XIV, los ciclistas de competición querían protegerse la cabeza. Hicieron cascos con materiales vegetales. Los cascos se rompían al golpearse, pero probablemente eran lo mejor que había disponible en esa época. A principios del siglo XX, las carreras de bicicleta se habían vuelto más populares, y había más gente que se lesionaba la cabeza al caerse. Los ciclistas comenzaron a usar cascos hechos con anillos de cuero. Estos ofrecían un poco más de protección que los de material vegetal, pero los ciclistas querían protegerse aún más.

En general el elemento de seguridad más característico del ciclista lleva experimentando una evolución continua año tras año. En los últimos 20 años han sido muchos los países que han decidido establecerlo como obligatorio a la hora de montar en una bicicleta. Mucha gente esta descontenta con su uso pero es importantísimo para todo ciclista.

Antes de los años 70, ya era muy visible en los ciclistas las denominadas “chichoneras”, un tipo de casco de cuero de protección mínima. Los primeros cascos modernos llegaron de la mano de dos marcas que principalmente se dedicaban a realizar cascos para motociclismo y para automóvil, las marcas eran MSR y Bell. Estos cascos estaban fabricados en espuma de poliestireno (EPS) y con una carcasa exterior dura de policarbonato.

El primer casco exclusivamente diseñado para el ciclismo fue el “Bell Biker” en 1.975, en 1.983 Bell fabricaba el “VI-Pro”, el primer casco de poliestireno. Este casco tuvo una gran aceptación dentro de la competición aunque tenía poca ventilación. Casi de la mano llego el “Li´l Bell, un casco para niños. En 1.985 la marca Snell introduce el “Snell 85”, este casco ha seguido evolucionando hasta la actualidad.

En los años 90 llega una nueva técnica de construcción, microshell en molde. Con esta técnica se introdujeron nuevos respiraderos y formas más complejas que con otras técnicas habrían sido imposibles.

Hacia el año 1.998 el 90% de los cascos vendidos en el Reino Unido eran el “Snell 90”, con carcasa blanda y grandes respiradores. Los cascos de carcasa dura y respiraderos más pequeños pasaron a usarse en BMX y Skateboard.

Por ley cualquier casco de hoy en día debería resistir un impacto a una velocidad inferior a 20 Km/h y reducir la energía de un impacto de 50 Km/h, aunque este último dato puede variar mucho dependiendo del peso del ciclista.

Actualmente el principal material que podemos encontrar en un casco es el poliestireno extendido (EPS). Este material se sacrifica en un accidente siendo machacado tras recibir el impacto. Los cascos tienen que desecharse siempre que sufran un impacto fuerte.

Hay que recordar que a día de hoy no existe un casco que este diseñado para resistir un impacto recibido por parte de otro vehículo, cuando mejor actúa la seguridad del casco es cuando el impacto es en línea recta.

El casco ideal está por llegar, de momento no se puede exigir gran resistencia a golpes, ligereza de peso y grandes ventilaciones. Aunque los nuevos materiales han evolucionado mucho los cascos.